ImaginaVital: Vámpiros energéticos
Solicitamos su permiso para obtener datos estadísticos de su navegación en esta web, en cumplimiento del Real Decreto-ley 13/2012. Si continúa navegando consideramos que acepta el uso de cookies. OK Más información
Mostrando entradas con la etiqueta Vámpiros energéticos. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Vámpiros energéticos. Mostrar todas las entradas

martes, 23 de enero de 2018

La Zona de Confort

Ante una decisión complicada, la mayoría de la gente escoge quedarse en zona conocida. Esa zona que nos da una falsa sensación de seguridad y beneficios. ¿Para qué vamos a movernos de dónde estamos si eso es lo que los demás esperan de nosotros? Lo mejor es continuar en el mismo sitio haciendo las mismas cosas, yo también lo he comprobado durante muchos años. El trabajo que te corresponde, las amistades de siempre, los mismos edificios, los mismos sentimientos. 
Pero la zona de confort en realidad es el matadero de los sueños. Ahí nos van despiezando poquito a poco y moldeando al gusto de los demás, de la familia, de la pareja, del trabajo. Y vamos tomando la forma de alguien que es difícil reconocer en el espejo cuando nos observamos. Entonces salimos a la calle con esa falsa sensación de seguridad, que nos hace parecer fuertes y decididos. Y nos disponemos a cruzar el mundo... hasta el bar o el cine de siempre.
Lo sueños son pequeñas piezas de personalidad que van dejando de existir y en su lugar, se va nublando aquella idea, aquella antigua visión que nos daba felicidad.
Pero ¡ay! ¡qué a gusto se está! Los padres se sienten orgullosos, tu novio te apapacha, los días transcurren sin la necesidad de pasarlo mal o enfrentar la vida. Llega el verano y preparamos ese viaje de ensueño. La suegra nos prepara tappers. Se planea tener hijos que rellenen esa vida perfecta. Y poco a poco nos conformamos, porque no hemos creado ningún maremoto en la gente de alrededor. Esas personas que "queremos y nos quieren". (El maremoto se va interiorizando).
Los años pasan y empezamos a pensar si no debimos escribir el libro, fugarnos con el amor de nuestra vida, escuchar otro tipo de música, vivir en otra ciudad u otro país.
No todo está bien visto. No porque nuestras circunstancias no estén bien, sino porque cada uno tiene su forma de ver la vida, y no se va a adecuar a la nuestra. Lo que sucede, es que cuando intentas hacer las cosas "fuera de lo normal" enseguida va a salir la voz de la conciencia, una voz cercana y reconocible, de la que nos fiamos, diciéndonos que por ahí no vamos bien, o qué dirá fulanita, o ahora cómo se lo explico a tu tía ¿Y con quién vas a estar mejor que con tu novio de siempre?
Por el contrario, lo que se va a reforzar al salir de esa zona, es la autoconfianza. Nunca te sentirás mejor, aunque el camino conlleve uno o varios duelos. Nunca serás más fuerte y tendrás mejor visión de la vida. Se pueden usar pequeñas acciones frente a grandes cambios, mini estrategias frente a ese temor a desilusionar a otros. Esta zona puede ser física y mental. No es moverse de lugar, es permitirnos a nosotros mismos sentir como en realidad somos, permitir que nuestro "yo real" que está encerrado en nuestro interior salga al exterior. Darnos alas a nosotros mismos. Podemos ponernos límites para que no nos asfixien los miedos y las dudas, pero "sin limitarnos", aunque suene raro.
Con una visión y poco a poco, sin prisa, pero accionando, se puede salir de esa zona que es una trampa que nos encarcela.
Es decisión propia. Nadie va a sacarte las castañas del fuego, pero puedes tener apoyos de profesionales. Al final lo que queda, es ser uno mismo, y tener una vida plena, en base a lo que nuestra visión nos diga que eso es para nosotros la vida perfecta. Y no va a ser lo mismo que para otros. Los padres se acaban yendo, es ley de vida. Los hermanos hacen su propia familia. Los amigos buscan sus propios caminos. Si te quedas varado por el qué dirán, déjame decirte que en realidad les importa una mierda. Todos ellos tienen su propia historia, y van a seguir con ella. Ni por un momento creas que te van a aplaudir por estar en "la zona", y cuando hayan logrado que permanezcas, se irán a su casa y cerraran la puerta. Pero no te preocupes, siempre podrás ir a comer a su casa los domingos.
Yolanda Del ©

lunes, 11 de mayo de 2015

Personas tóxicas o vampiros energéticos


Así los llama el psicólogo Bernardo Stamateas "Los asesinos de ideas", a las personas tóxicas que pululan alrededor pendientes de destruir nuestros sueños, a veces sutilmente, sin que nos demos cuenta. Empezamos por decidir algo, sobre la pareja, la vida, el trabajo, la familia, o sobre algún sueño loco que ahora nos atrevemos a intentar. Sentimos una felicidad interna repentina, sabemos que podemos, lo vamos a hacer, y entonces, es cuando lo contamos antes de tiempo, y ya hemos empezado el declive, si no somos emocionalmente estables y estamos necesitando la aprobación continua. Aquí empieza la repetitiva cantinela del "tú no vas a poder", machacante y continuo.
Dice Stamateas en su libro "Gente Tóxica":
 Muchas veces permitimos entrar a nuestro círculo más íntimo a los chismosos, a los envidiosos, a gente autoritaria, a los psicópatas, a los orgullosos, a los mediocres, en fin, a gente tóxica, a personas equivocadas que permanentemente evalúan qué dijiste, qué hiciste y por qué hiciste o dijiste algo (o por qué no lo hiciste o no lo dijiste). Se trata de personas tóxicas que potencian nuestras debilidades, nos llenan de cargas y de frustraciones. Ellas, por cierto, saben todo lo que pasa en el ojo ajeno, pero se olvidan de ver qué es lo que percibe cada uno de sus sentidos ¡No permitas que nadie tenga el control de tu vida ni boicotee tus sueños! 
Conéctate con la gente correcta, confía en ti. ¡Estás capacitado para hacerlo! Si tienes en claro tu propósito y tus sueños podrás tener el control de tus emociones y de decidir a quienes quieres elegir para que te acompañen. El problema se suscita cuando decidimos quién nos acompañará mucho antes de tener en claro adonde queremos llegar. El propósito de tu vida es tuyo y sólo a ti te pertenece diseñarlo. La solución está en ti. Desafíate cada día a más, a mucho más.

Por esto es tan importante que sepas las fortalezas que tienes, y declinar amablemente opiniones ajenas, de personas que no van a vivir tu vida por ti.

Dice Stamateas:
 El que no se alegra de tu avance o de tus sueños, que diga lo que quiera, tú prosigue hacia la meta, no te amarres a quienes no se alegran con tus éxitos. Desprecia la opinión de la gente tóxica, sé libre de los críticos y serás libre de cada una de sus palabras y de sus acciones. No idealices. No esperes nada de nadie.

Aunque debes tener claro que siempre es maravilloso tener el apoyo de amigos y familiares, también debes saber que tú tienes unas capacidades asombrosas para definir tu vida, lo que pasa muchas veces es que nadie nos lo ha hecho saber, y no las hemos desarrollado lo suficiente. 

Así divide Stamateas a los vampiros energéticos o asesinos de ideas:
  1. Los mete-culpas: Con todo lo que yo hice por ti, ahora ¿me pagas así? Una madre a su hijo.
  2. El envidioso: "El número de los que nos envidian confirma nuestras capacidades". Oscar Wilde
  3. El descalificador: ¡Excelente trabajo!, lástima que lo entregaste tarde.
  4. El agresivo verbal: ¡Vamos, estúpido! ¡muévete! Un automovilista a otro.
  5. El falso: "Mi pareja es maravillosa, estamos tan enamorados. La amo con todo mi corazón". Un mujeriego a su grupo de amigos.
  6. El psicópata:  A mí nadie me dice lo que tengo que hacer. "Un hombre a su médico".
  7. El mediocre: "Vemos sobre la marcha, seguro que es una tontería. No se preocupe, con un poco de pegamento lo arreglamos". Respuesta de un plomero a una mujer a la que se le inundó toda la casa.
  8. El chismoso: "Te lo digo porque lo sé de muy buena fuente". Un compañero de oficina a otro.
  9. El jefe autoritario: "Esto es así o así, y si no te gusta, ahí está la puerta". Un supervisor a un jefe de piso.
  10. El neurótico: "Si no les gusta como soy, cambien ustedes".
  11. El manipulador: Ella, triste: "Me gustaría que me regalaras flores" Él, al día siguiente: "Mi amor, te traje flores" Ella, enojada: "Ahora no las quiero, no fuiste espontáneo"
  12. El orgulloso: "Me gustaría ser mujer para poder ser besada por unos labios tan bellos como los míos". Un narcisista a su novia.
  13. El quejoso: Una mujer dice:" ¡Qué sed que tengo!, ¡qué sed que tengo! ¡qué sed que tengo!" Una vecina la escucha y le acerca un vaso de agua y entonces, tras beber, la mujer dice:"¡Qué sed que tenía!"
"Cuanto menor tiempo sea el que dediques a escuchar las voces ajenas o extrañas, mayores serán los resultados que vas a acumular. Cuanto mayor sea el tiempo que le dediques a escuchar tu propia voz interior, cuanto más te detengas a observar tu reloj interno y a prestar atención a lo que dice tu corazón, mayores serán los éxitos que vas a cosechar".

No te olvides de "el victimista", aunque todos los vistos anteriormente en el libro "Gente Tóxica", tienen ya un tufo a ello, ya que son personas que disfrazan su historia personal, culpando siempre a otros de lo que consideran sus desdichas. Así siempre están protegidos frente a cualquier cosa que les suceda, "fue mi madre, mi marido, lo que dijo Menganito, lo que hizo Fulanito". Nunca admite que él o ella pueden haber creado su existencia tal como es. Lo sé muy bien porque yo tuve una época de mi vida en que culpaba a otros de mis circunstancias, y entre ellos a Dios: "si Dios existiera a mí no me pasaría esto" (se utiliza mucho).
Hasta que decidas decir "basta", pensar y subir tu autoestima, no encontraras ese punto exacto en el que cambia la perspectiva de tu vida. Y entonces dirás: "he decidido cambiar de trabajo porque el que tengo no me hace feliz, o voy a dejar a mi pareja, ya no me aporta nada". Y te dirán: "no te va a salir bien" "a dónde vas a ir" "tal y como están las cosas". Y sabrás responder con tranquilidad que es tu decisión y por ti sólo decides tú.
Un último apunte importante, que yo siempre tengo en cuenta y que además puede resultar gracioso. Todos los que dan este tipo de consejos, nunca han hecho lo que tú quieres hacer ¿ves? te aconsejan sobre cosas que ellos no se han atrevido a realizar, y quieren que sus miedos sean los tuyos. Lo disfrazan de consejo o preocupación por ti, pero te dañan y desmoralizan. Tener una buena autoestima te ayuda a afrontar todas las vicisitudes de la vida.


Yolanda Del ©