Es curioso cómo cambia la forma de ver el mundo según la mirada de cada uno. Como temas de la vida, que pueden resultar lo más normal para una persona, para otra no lo son tanto, esa capacidad del ser homo sapiens de juzgar enseguida lo divino y lo humano. Parecemos vivir en un mundo de continuos descontentos, se está convirtiendo en deporte "hablar antes que escuchar", "aparentar antes que ser real" ¿Llegará el día en el que seamos capaces de caminar, oír y sentir, de no juzgar a nadie, de no esperar a que sea el otro el que cambie?
¿Somos seres creados a través de una pantalla de Televisión o todavía tenemos voluntad propia? Nacer, desarrollarse, vivir y morir, a través de ese mundo de imágenes. Somos seres dependientes de cientos de productos, la moda, el coche, el móvil, de otro ser humano...
Mezclando todos estos elementos, le vamos dando vida propia, para "sobrevivir" lo más placenteramente posible, con pocos ideales comunes, con nuestro ego. Lo cierto es que vinimos al mundo para cuidarnos, y aunque suene raro, debemos poner por delante el "yo". Para estar bien, en positivo, y poder tener conciencia social y de ayuda al prójimo, es necesario que sanemos nuestro interior antes.
©Yolanda Del
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