ImaginaVital: 03/01/2015 - 04/01/2015
Solicitamos su permiso para obtener datos estadísticos de su navegación en esta web, en cumplimiento del Real Decreto-ley 13/2012. Si continúa navegando consideramos que acepta el uso de cookies. OK Más información

domingo, 29 de marzo de 2015

El niño interno.

(Actualizado al final). Todos tenemos un niño interno que rige y guía nuestras emociones. Estas, pudieron ser dañadas en la infancia, lo tengamos presente o no. Podemos tener imágenes y recuerdos escondidos en las profundidades de nuestra mente, que nos están bloqueando para avanzar en la vida en muchos aspectos. Sanar a este niño interno puede resultar imprescindible si queremos tener una vida adulta, plena y satisfactoria. Dar amor a nuestro niño interno es imprescindible para que se dé cuenta de que lo cuidamos y lo protegemos, entonces, responderá con alegría y juego.
Imagina cerrando tus ojos, que te ves a ti mismo cuando eras pequeño, observa que haces, que piensas, sientes que es un niño alegre o le falta algo. Luego salúdale y hazle preguntas, y espera unos segundos para escuchar sus respuestas. Anímale si está triste, dile que estás ahí dándole compañía, para apoyarlo en todo, que sepa que nunca va a estar sólo. Dile que es tu decisión estar con él y cuidarlo y que siempre va a ser así. Por último, imagina como le abrazas fuertemente, puedes cantarle o reírte con él. Transmítele esa confianza que necesita de ti, y así, con tu niño interno sanado, se te abrirán más caminos.
Esta es una visualización que yo hago de vez en cuando, y puede ser realmente emocionante. Otra forma de sanar que puede estar conectada con esta, es coger una foto de cuando eras adolescente, o niño, y hablar a tu imagen. Explica que has hecho lo que has podido hasta ahora, expresa todos los sentimientos que afloren y también las cosas que no has podido realizar, sabiendo, que hay tiempo de sobra para cambios y para romper viejas estructuras. 



Yolanda Del ©