ImaginaVital: James Allen
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jueves, 18 de octubre de 2018

James Allen. El mundo es un reflejo de estados mentales

Este es una pequeño extracto del libro de James Allen: "De la pobreza al poder; o la realización de la prosperidad y la paz"



Lo que eres, eso es tu mundo. Todo en el universo es resuelto en tu experiencia interna. Importa poco lo que hay afuera, ya que es un reflejo de tu propio estado de conscienciaImporta todo lo que eres internamente, ya que todo lo externo será reflejado y coloreado de acuerdo a eso.
Todo lo que sabes con seguridad está contenido en tu propia experiencia. Todo lo que sabrás debe pasar las puertas de la experiencia, y así volverse parte de ti mismo.
Tus pensamientos, deseos y aspiraciones componen tu mundo. Para ti, todo lo que hay en el universo de belleza, alegría y tranquilidad, o de fealdad, pena y dolor está contenido dentro de ti mismo.
Por tus propios pensamientos haces o deshaces tu vida, tu mundo, tu universo. A medida que construyes internamente con el poder del pensamiento, así tu vida externa y las circunstancias tomarán forma de acuerdo a eso.
Lo que sea que guardes en las cámaras más escondidas de tu corazón, por la inevitable ley de reacción, tomará forma en tu vida externa.
El alma que es impura, sórdida y egoísta, gravita con precisión inigualable hacia la desventura y la catástrofe. El alma que es pura, generosa y noble gravita con igual precisión hacia la felicidad y la prosperidad. Cada alma atrae lo suyo, y nada puede venir hacia ella que no le pertenezca. Darse cuenta de esto es reconocer la universalidad de la Ley Divina.
Los incidentes de cada vida humana, que construyen y desfiguran, son atraídos por la calidad y el poder de su propia vida de pensamientos interiores. Cada alma es una combinación compleja de experiencias reunidas y pensamientos, y el cuerpo es sólo un improvisado vehículo para su manifestación.
Por tanto, lo que son tus pensamientos es tu yo real y el mundo alrededor, tanto animado como inanimado, viste como tus pensamientos lo visten.
"Todo lo que somos es el resultado de lo que hemos pensado. Está fundado en nuestros pensamientos, hecho de nuestros pensamientos" dijo Buda, por ello si un hombre es feliz, es porque entretiene pensamientos felices. Si es miserable, lo es porque entretiene pensamientos de abatimiento y debilidad.
Ya sea uno miedoso o valiente, torpe o sabio, atribulado o sereno, dentro de dicha alma yace la causa de su estado y nunca por fuera. Y ahora me parece oír un coro de voces que exclaman: "¿Pero realmente quieres decir que las circunstancias externas no afectan nuestras mentes?" —No digo eso, lo que digo es y sé que es una verdad infalible— las circunstancias solamente pueden afectarte hasta donde tú lo permitas.
Tú eres gobernado por las circunstancias porque no tienes una comprensión correcta de la naturaleza, el uso y el poder del pensamiento.
Crees (y de esta pequeña palabra “creencia” dependen todas nuestras penas y alegrías) que las cosas externas tienen el poder de hacer o deshacer tu vida. Al hacer eso te haces súbdito de esas cosas externas, confiesas que eres su esclavo, y que ellas son tus maestros incondicionales. Al hacer eso, las dotas de un poder que no tienen por ellas mismas, y sucumbes, no a las meras circunstancias, sino al abatimiento o contento, el miedo o la esperanza, la fuerza o debilidad que tu esfera de pensamiento a arrojado hacia ellas.

Yolanda Del ©