Te has dado cuenta de la importancia que se le da en multitud de libros espirituales al tiempo. Inciden en que el tiempo no importa, que sólo está en nuestra imaginación, que no existe ni el pasado ni el futuro, sino sólo el presente. Es ahora cuando estamos vivos, en este momento que respiramos, en el lugar en el que estamos.
Te has preguntado alguna vez por qué cuando somos pequeños el tiempo parece no pasar, los días son largos, tarda un siglo en llegar el verano, o el invierno, o las vacaciones. Pues la solución la tienes en tu mente; estamos constantemente concentrados en el mañana, en lo que vendrá, cuando haga aquello, cuando surja lo otro, cuando lo consiga... entonces llegará la Felicidad. Es nuestra constante ansiedad por atraer un futuro que no existe, cuando aceleramos nuestro tiempo.
Imagínate que estas tirando de una cuerda gruesa y que atraes hacia ti lo que está en el otro extremo, e imagina que en el otro extremo está tu futuro, ¿no sería mejor soltar la cuerda y qué llegue cuando tenga que llegar? y no porque lo atraemos desesperadamente. Prueba a soltar la cuerda, céntrate en hoy y mejor en ahora.
Yo estoy aquí escribiendo este post para que tú lo leas, y este es mi momento y toda mi vida, en este segundo, una letra es toda mi vida. El tiempo pasa más deprisa, porque nos centramos tanto en el futuro, entonces los días corren cada vez más y más. Nos hacemos mayores y parece que todo va más rápido, pero no es cierto, el tiempo sigue yendo al mismo ritmo que cuando éramos niños. Es ese pensar tanto en el mañana, en vez de centrarnos en el ahora, lo que lo acelera.
Imagínate que estas tirando de una cuerda gruesa y que atraes hacia ti lo que está en el otro extremo, e imagina que en el otro extremo está tu futuro, ¿no sería mejor soltar la cuerda y qué llegue cuando tenga que llegar? y no porque lo atraemos desesperadamente. Prueba a soltar la cuerda, céntrate en hoy y mejor en ahora.
Yo estoy aquí escribiendo este post para que tú lo leas, y este es mi momento y toda mi vida, en este segundo, una letra es toda mi vida. El tiempo pasa más deprisa, porque nos centramos tanto en el futuro, entonces los días corren cada vez más y más. Nos hacemos mayores y parece que todo va más rápido, pero no es cierto, el tiempo sigue yendo al mismo ritmo que cuando éramos niños. Es ese pensar tanto en el mañana, en vez de centrarnos en el ahora, lo que lo acelera.
Esto no quiere decir que el Futuro no llegue si no que llegará cuando le toque, a su paso, y entonces el futuro, será presente. No debemos dejar que un pasado que ya no existe, nos amargue la existencia, ni que un futuro incierto nos cree ansiedad. Si ponemos todo nuestro esfuerzo en el ahora, los problemas se reducirán a la nada, porque no existirán.
¡No aceleres tu tiempo! no tengas prisa, no desesperes, alégrate y agradece el día de hoy, siente...siente...siente la vida como pasa... siente el momento.
©Yolanda Del
©Yolanda Del