Muy Feliz día de los Reyes 🤴
Magos. Felicidad, regalos y compañía :) Y sobre todo, la sonrisa en la cara de
los niñ@s. Mucha dicha desde imaginavital.com


Imagen de Covi en Pixabay
Yolanda Del ©


Empieza el año de
Beethoven, un genio de la música clásica que aún siento sordo, logró hacer
piezas que son y serán escuchadas en todos los tiempos ¿Qué dices tú, que no
eres capaz de hacer? Él se ayudaba de
las vibraciones que sentía, para saber los ritmos, para intuir las melodías.
Así funciona el mundo, con energías y vibraciones. Si fueses capaz de conectar
tu esencia más interna con la energía que es el universo y las vibraciones que
emite, nada se escaparía a tus deseos. El mundo sería un escaparate en el que
sólo pedirías y se te daría.
La concentración y la
meditación 🧘♂️
te ayudan a tener esa conexión tan profunda. Quizá, esa era la sensación de Beethoven cuando componía sus piezas eternas. Este año va a ser dedicado a él
con multitud de celebraciones por el aniversario de su nacimiento hace 250
años. Y a mí me sirve para poner un toque musical en este escrito del blog. La
música siempre ha sido importante en mi vida, me ha dado momentos de inspiración.
Un toque de piano o violín o sonidos suaves me ayudan a escribir. Oír la radio
FM a diario durante años me hizo estar al día de los productos musicales de
cada época. Y quizá el que mi bisabuelo, el abuelo de mi padre, tocara el
violín con una cierta maestría, aparte de ejercer su profesión de médico 😷,
me hizo tener un aprecio y cariño especial por este instrumento, quizá me lo
transmitió por medio del alma o viene implícito en el ADN, ya que nunca le
conocí ni le oí tocar ¡Lo que daría yo por tener en mis manos aquel violín! Un
consejo para tod@s y para mí, conserva lo que amas y cuídalo con delicadeza. Sucedió un día que iba caminando y me detuve frente a un escaparate de una tienda de música. Me quedé mirando los violines como si tuviesen algo que ver en mi vida. Supe que amaba ese sonido. No soy alguien que entiende o va a conciertos, la verdad, pero es mi sonido del alma. Fui un año a clases y conservo mi instrumento de aprendizaje con mucho cariño. De vez en cuando repaso para recordar.
Quiero deciros que vamos a comenzar este año
buscando ese punto de vibración que tan magistralmente latía en todos los sentidos de Beethoven, para que el universo nos coloque dónde
realmente debemos estar, como si fuésemos notas musicales, acorde a nuestros sueños. Cuando estoy en un punto en
el que no quiero permanecer, física o mentalmente, siempre medito mucho sobre el
aprendizaje que me trae, y sobre como corregirlo. Seamos todos un poco Ludwig
Van Beethoven y sintamos el “vibrato” para conectarnos con el todo. Feliz ☺ 2020.



Estos son pequeños
extractos de un libro maravilloso, de los considerados de la Nueva Era o Nuevo
Pensamiento. Publicado en 1910, un año antes del fallecimiento del autor. Un
libro que atraviesa los tiempos y que sigue siendo de los más leídos entre
otros de su género, que iré diseccionando en este blog. Uno de esos textos que
siempre digo que hay que leer con la mente abierta y con espacio liberado. El
considera que todos tenemos derecho a ser prósperos, y que hay una fórmula
que inefablemente te lleva a la riqueza. Un idea que repite y a la que le da
mucha importancia, es a olvidar la palabra competencia y centrarnos en la
palabra creación. Este libro habla de mucho más que de riqueza, habla de
prosperidad y abundancia en todos los sentidos. Si no eres una de esas personas
a las que han lavado el cerebro, haciéndoles creer que “todos los ricos son
malos”, entenderás de que habla el autor.

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